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Durante el verano de 2000, la Universidad de Puerto Rico (UPR), dio inicio a un proyecto piloto que tenía el propósito de crear el primer recinto virtual del sistema, ¿qué pasó con el proyecto? En esta publicación reflexionaremos sobre este asunto.
Por: Yahaira Torres Rivera, Ed.D.
Catedrática Auxiliar
Especialista en Educación a Distancia
15 de diciembre de 2024
Universidad virtual de la UPR:
En el año 2000, la Universidad de Puerto Rico (UPR), dio un paso audaz hacia la innovación educativa al intentar establecer su primer recinto virtual. Este esfuerzo, aunque visionario, estuvo marcado por desafíos administrativos y tecnológicos que finalmente condujeron a la culminación del proyecto. A continuación, exploramos la historia, los retos y las lecciones de este intento pionero que buscaba posicionar a la UPR como líder en educación a distancia (EaD) en el Caribe.
Los inicios: El Centro Virtual de Arroyo (CVA)
El Centro Virtual de Arroyo (CVA), también conocido como la Universidad Virtual, Colegio Virtual de Arroyo o el Centro Universitario Virtual, representó un proyecto piloto para desarrollar el primer recinto virtual del sistema UPR. La intención era ofrecer cursos a distancia que permitieran a los estudiantes completar los primeros dos años de su bachillerato en áreas como Administración de Empresas y Ciencias Naturales. Con este modelo, la UPR buscaba democratizar el acceso a la educación superior, llevando oportunidades académicas a comunidades desatendidas.
El 25 de febrero de 2000, se concertó oficialmente un acuerdo de arrendamiento de un terreno de la Compañía de Desarrollo Industrial de Puerto Rico (PRIDCO), conocida como "Arroyo Industrial Park", en Arroyo, Puerto Rico, par establecer el centro, el cual estaba adscrito al Colegio Universitario de Humacao (CUH). Para este proyecto, se realizó una inversión estimada de 7 a 8 millones de dólares (Meléndez, 2010). La expectativa era revolucionar la educación superior en Puerto Rico, ofreciendo alternativas flexibles y accesibles para los estudiantes.
El Consejo de Educación Superior (CES), autorizó la aprobación de dos programas académicos de traslado: el bachillerato de Administración de Empresas y el de Ciencias Naturales. El propósito era que una vez los estudiantes completaran los primeros dos años de estudios, podrían completar el grado de bachillerato en el recinto de su predilección. Aunque el proyecto daría inicio con estudiantes de las unidades de Aguadilla y Utuado, se planificada hacer disponible la oferta académica a estudiantes de todo el sistema UPR.
Un proyecto con grandes aspiraciones
Durante el verano del año 2000, se ofreció el primer curso en línea de Ciencias Biológicas a estudiantes de la unidad de Aguadilla. El curso se replicó posteriormente en la unidad de Utuado, durante el primer semestre del año académico 2000-2001. Según se evidencia a través de la Certificación 44, 2006-2007 de la Junta de Síndicos, sobre el registro de la oferta académica de la Universidad de Puerto Rico (p. 51), los dos programas aprobados por el CES, para ofrecerse a través del CVA fueron inactivados.
La Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico, mediante la Certificación 96, 2001-2002, solicitó a la Oficina de Auditoria Interna de la institución que se realizara una auditoría de los fondos asignados al Centro Virtual de Arroyo. De igual manera, "la Legislatura de Puerto Rico realizó una investigación acerca de la Universidad Virtual, el cual tenía como expectativa hacer de éste un centro de aprendizaje innovador y vanguardista para el nuevo milenio. Sin embargo, se cerró luego de poder producir solo tres cursos", afirmó Meléndez (2010).
Antecedente:
El antecedente de la Universidad Virtual se dio en junio de 1997, cuando se inauguró un proyecto llamado "Puerto Rico Data and Video Network" (PRDVNET), el cual tenía el propósito de ofrecer a la comunidad universitaria una red avanzada de internet de alta velocidad. Este proyecto enlazaba a los distintos recintos del sistema universitario público y a las universidades privadas que se encontraban adscritas, para facilitar videoconferencias en apoyo de la educación a distancia.
Esta infraestructura, junto a la creación de la Aula Caribeña en el Recinto de Río Piedras, proveyó los cimientos para crear un programa académico, pero que según el doctor Meléndez (2010), nunca se completó. Añade, que aunque existía la infraestructura tecnológica, no se contaba con los contenidos educativos para desarrollar los cursos. Ante esta realidad, comenzó el interés y la planificación de crear una universidad virtual en la Universidad de Puerto Rico.
Retos de la educación a distancia en el 2000
La experiencia del CVA puso de manifiesto varios retos que enfrentaba la educación a distancia en su momento, de acuerdo a los expertos:
- Plataforma tecnológica inadecuada: La selección de una plataforma tecnológica inapropiada para la enseñanza universitaria fue uno de los principales errores señalados por los expertos.
- Falta de planificación estratégica: La ausencia de una visión clara y de objetivos bien definidos dificultó la ejecución del proyecto.
- Falta de presupuesto y contratación de personal: Ante la falta de remuneración económica para los docentes, estos manifestaron no contar con el tiempo necesario para crear los contenidos de los cursos. De igual manera, se hizo necesario la contratación de personal especializado para dar apoyo a los docentes en la creación de los cursos.
Beneficios y relevancia de la educación a distancia
A pesar de los desafíos del pasado, los avances en la educación a distancia han transformado el panorama educativo global. Hoy, la EaD ofrece beneficios que la posicionan como una alternativa clave en la educación superior:
Acceso democratizado: La EaD elimina barreras geográficas y económicas, permitiendo que estudiantes de zonas remotas o con recursos limitados accedan a una educación de calidad.
Flexibilidad: Los estudiantes pueden compaginar sus estudios con responsabilidades laborales y familiares gracias a los horarios adaptables de los programas en línea.
Personalización del aprendizaje: Las plataformas modernas permiten ajustar los ritmos y estilos de aprendizaje a las necesidades individuales de los estudiantes.
Desarrollo de competencias tecnológicas: Al participar en programas de EaD, los estudiantes adquieren habilidades digitales esenciales para el mercado laboral actual.
Reducción de costos: La EaD puede ser una alternativa más económica al eliminar gastos relacionados con transporte, alojamiento y materiales impresos.
El legado y la evolución de la EaD en la UPR
Afortunadamente, la UPR ha aprendido de estos errores y ha avanzado significativamente en su oferta de programas en línea. Actualmente, cuenta con aproximadamente 19 programas completamente en línea, siendo el Recinto de Río Piedras, líder en esta oferta académica (tanto en su oferta regular como de mejoramiento profesional). Además, utiliza plataformas avanzadas como Moodle, para garantizar una experiencia educativa de calidad.
La historia del Centro Virtual de Arroyo, ilustra los retos y las oportunidades que enfrenta la educación a distancia, no solo en Puerto Rico, sino en el mundo entero. Hoy, la UPR se ha consolidado como un actor clave en la oferta de programas académicos en línea, destacándose por su compromiso con la calidad educativa. Esto demuestra que los errores del pasado pueden convertirse en cimientos para construir un futuro más prometedor.
Aunque el Centro Virtual de la UPR no tuvo éxito en aquel momento, dejó lecciones importantes sobre la necesidad de planificación estratégica, infraestructura adecuada, colaboración docente, asignación de fondos y contratación de personal experto, para desarrollar programas a distancia efectivos, de alta calidad y exitosos.
Nota: Si tienes más información sobre esta iniciativa de la UPR u otra relacionada a la educación a distancia, déjame saber en la sección de comentarios.
Referencias:
Certificación 69, 1999-2000 de la Junta de Síndicos.
Certificación 96, 2001-2002 de la Junta de Síndicos.
Certificación 44, 2006-2007 de la Junta de Síndicos.
Meléndez Alicea, J. (2010). La educación virtual en Puerto Rico. Citado en La educación superior a distancia: Miradas diversas desde Iberoamérica, 182-199.
Ortiz Nieves, M. (2000). Educación a Distancia: Alternativa para el estudiante del Siglo XXI. Diálogo, 47-49. https://issuu.com/coleccionpuertorriquena/docs/dialogo20001101_5013d9bc0719b5
Resolución Conjunta 242 del 17 de junio de 1999.
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